AVANCE

En esencia, un riesgo es cualquier evento o condición (positiva o negativa) que pueda afectar los objetivos de su proyecto. Piense en ello como un arma de doble filo. Por un lado, los riesgos u oportunidades positivos representan ventajas potenciales, como superar los objetivos de ventas o completar el proyecto antes de lo previsto. Estos merecen consideración ya que pueden generar beneficios adicionales.

Por otro lado, los riesgos o amenazas negativos son obstáculos potenciales que es necesario anticipar y gestionar. Estos podrían ser cualquier cosa, desde retrasos inesperados debido a fallas en el equipo hasta personal clave que abandona el equipo.

LOS DOS PILARES DEL RIESGO

Para gestionar eficazmente los riesgos, es fundamental comprender su anatomía. Imagine cada riesgo como un puente: un pilar representa la probabilidad de que ocurra el evento y el otro representa el impacto en su proyecto si se materializa.

Probabilidad: Esta es la probabilidad de que ocurra el riesgo, basada en datos, tendencias de la industria u opiniones de expertos. Sin este pilar, el puente no existiría. Por ejemplo, si sabes que hay un 100% de probabilidad de que este evento esté sucediendo, entonces no hay ninguna incertidumbre sobre la ocurrencia del evento. En tal caso, no se trata de un riesgo real, sino más bien de un problema o desafío que hay que gestionar.

Impacto: Es la gravedad de las consecuencias si el riesgo se materializa. Podría medirse en términos de costo, cronograma, calidad o cualquier otro objetivo del proyecto. Si este pilar falta, incluso con una alta probabilidad, no habrá consecuencias significativas.

PREPARÁNDOSE PARA EL VIAJE

Una vez que haya identificado y evaluado sus riesgos, es hora de formular un plan de respuesta a los riesgos: su hoja de ruta para sortear obstáculos potenciales o asegurarse de aprovechar las oportunidades.

Respondiendo a las amenazas:

Evitar: esta estrategia implica tomar medidas activas para eliminar un riesgo por completo. Esto podría implicar elegir proveedores alternativos o cambiar los planes de su proyecto.

Mitigar: La mitigación tiene como objetivo reducir la probabilidad o el impacto de un riesgo. Esto podría implicar la implementación de medidas preventivas como el mantenimiento regular del equipo o el establecimiento de planes de respaldo para la salida del personal clave.

Transferencia: Esta estrategia implica transferir la propiedad o las consecuencias de un riesgo a otra parte, mediante seguros o subcontratando tareas específicas.

Respondiendo a las oportunidades

Si bien los riesgos negativos exigen atención, los riesgos positivos también requieren un plan de respuesta a los riesgos para garantizar que se traduzcan en beneficios reales para su proyecto. A continuación, se muestran algunas estrategias de respuesta que se pueden aplicar a los riesgos positivos:

Explotar: Esta estrategia tiene como objetivo maximizar los beneficios potenciales de un riesgo positivo. Esto podría implicar desarrollar un plan para aprovechar la oportunidad, asignar recursos para respaldarla o compartir la información con las partes interesadas relevantes.

Mejorar: La mejora del riesgo se centra en aumentar la probabilidad o el impacto de que ocurra un riesgo positivo. Esto podría implicar tomar medidas proactivas para aumentar la probabilidad de un evento positivo o invertir recursos para amplificar su impacto positivo.

Compartir: esta estrategia implica trabajar con otras partes interesadas o equipos que también podrían beneficiarse de un riesgo positivo al colaborar con ellos o compartir información relevante.

Dos estrategias comunes tanto para oportunidades como para amenazas

Escalar: esta estrategia implica llamar la atención de una autoridad superior sobre un riesgo, como la gestión del programa o el liderazgo superior, cuando el riesgo está más allá de su autoridad o recursos para gestionarlo de manera efectiva. Esto garantiza que el riesgo reciba la atención y los recursos adecuados para abordarlo.

Aceptar: En algunos casos, el costo de mitigar un riesgo puede superar el impacto potencial. Aquí, usted elige aceptar el riesgo y monitorearlo de cerca, teniendo un plan de contingencia en caso de que surja.

Recuerde: la gestión de riesgos es un proceso continuo, no un evento único. Supervise y revise periódicamente los riesgos identificados a lo largo del proyecto. A medida que haya nueva información disponible, es posible que deba ajustar su plan de respuesta a riesgos para garantizar que su proyecto se mantenga encaminado y alcance sus objetivos.

Desarrollado por PMI para PMIstandards+® con contribuciones de Mohamad ElHelaly, candidato a doctorado, MSc, P3O, PMI-PBA, PMI-RMP, PMP. ©INSTITUTO DE MANEJO DE PROYECTOS, INC.