El mercado inmobiliario peruano está siendo impulsado por una tendencia clara: el crecimiento sostenido de los FIBRAs (Fideicomisos de Inversión en Bienes Raíces) y los fondos de inversión inmobiliaria.

Según datos recientes, los activos administrados por estos instrumentos crecieron un 2,27 % en el primer semestre de 2025, destacando la apuesta de los inversionistas por proyectos de oficinas, locales comerciales y edificios residenciales de alta rotación.

Distritos como Magdalena, San Isidro y Miraflores se consolidan como zonas clave para este tipo de inversión, con una creciente demanda por espacios modernos, flexibles y sostenibles.

Estos instrumentos permiten a los pequeños y medianos inversionistas participar en el sector sin necesidad de comprar una propiedad directamente, lo que los convierte en una alternativa accesible, diversificada y rentable.