¿Alguna vez te has preguntado por qué tu vecino vendió su departamento al doble de lo que tú pagaste por el tuyo?

A mí me pasó. Y te voy a contar la historia.

Hace unos años, cuando todos hablaban de invertir en zonas céntricas, mi vecino Daniel hizo algo raro: se compró un depa en una colonia que, en ese momento, muchos consideraban “lejana y sin nada que hacer”. La calle tenía baches, no había supermercados cerca, y el transporte público era escaso.
Pagó poco. Menos de lo que yo pagué por el mío, en una zona más «hecha».

Pero Daniel no compró por lo que era, sino por lo que podía ser.

Él había leído que el gobierno planeaba construir una línea del metro cercana, y que varias desarrolladoras estaban comprando terrenos por la zona. Supo algo que muchos ignoraban: la plusvalía venía en camino.

Pasaron tres años.
La nueva estación abrió.
Llegaron cafés, gimnasios, coworkings.
El barrio cambió.
Y Daniel vendió.

Lo increíble: lo vendió al doble de lo que lo compró. Sin remodelarlo. Sin arreglos. Solo por haber comprado en el momento correcto, y haber esperado con paciencia.


💡 Conclusión:

Daniel no tuvo suerte. Tuvo información y visión.
La plusvalía hizo crecer el valor de su propiedad.
El timing le permitió entrar antes que todos.

Moraleja: el momento en que compras, y dónde lo haces, puede ser tan importante como el inmueble en sí.
¿Y tú, estás mirando solo lo que hay… o lo que viene?